Los materiales de construcción se recomienda que sean lo más
naturales, y a ser posible de la zona -más baratos y fáciles de conseguir-,
pudiéndose apoyar en los materiales de albañilería tradicional y reciclados.
Para ahorrar agua se utilizan sistemas de depuración y
aprovechamiento de las aguas (letrinas secas (la mitad del consumo familiar de
agua se lo lleva tirar de la cadena), recogida de agua de lluvia, etc.) Es
importante mantener el aire sano y puro, evitando materiales tóxicos en la construcción
y mobiliario.
La calefacción podría ser de dos tipos: 1) la
solar pasiva: orientación de la casa al sur en combinación con ventanales de
doble acristalamiento. 2) La calefacción activa: la proporcionaría la cocina de
leña y/o una chimenea. El agua caliente se generaría con un sistema de placas.
También se puede usar el sol para cocinar en las asequibles cocinas solares.
Células fotovoltaicas, aerogeneradores, turbinas si hay un salto de agua son
posibilidades, según la zona, a considerar para autogenerar la electricidad
precisa para electrodomésticos o incluso pequeños talleres.
Electrodomésticos. Se tienen que emplear aquellos de
bajo consumo, que no produzcan ni ondas electromagnéticas, ni tampoco emitan
gases nocivos; que dispongan de una toma de tierra en perfectas condiciones; y,
por último, cuyos elementos envolventes sean naturales como a utilizar todos
los muebles de madera.
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